sábado, 11 de julio de 2015

Barómetros y demoscopia

Todas las semanas aparecen en los medios de comunicación los resultados de las encuestas realizadas a la población sobre diferentes temas. Uno de los más recurrentes son los barómetros políticos que tratan de medir la intención de voto o la valoración de los políticos.

Normalmente estás encuestas se realizan haciendo una consulta anónima a una muestra de la población para después extrapolar esos resultados a lo que seria la población total.

En estas encuestas políticas varios son los factores que se tienen en cuenta. Por un lado está la "intención directa de voto". Se pregunta al ciudadano que va a votar en los siguientes comicios. También se les pregunta por su "recuerdo de voto", que viene a ser a que partidos votaron con anterioridad. Esto es importante porque la gente suele repetir en sus votaciones. Para finalizar tenemos la "valoración de los lideres políticos", normalmente una puntuación del cero al diez sobre la opinión que se tiene de candidatos concretos. Esto indica por lo general  la confianza que suscita un candidato y que grado de simpatía crea en el electorado.

Una de las cosas que nos resulta curiosa cuando vemos los resultados es que tenemos una estimación de voto inicial y después otra cuando lo resultados son "cocinados". Esa cocina consiste en tener en cuenta a quien se votó antes y el voto oculto. Por ejemplo, actualmente hay muchos votantes del Partido Popular que no reconocerían que van a volver a votar al partido por vergüenza, sobre todo si la encuesta se realiza en un momento en el que el partido está salpicado por algún escándalo de corrupción. En la actualidad esta cocina no es fiable al cien por cien, debido principalmente a que algunas de las fuerzas políticas emergentes, como Podemos, no estuvieron en las anteriores elecciones generales y por tanto nadie puede tener un recuerdo de voto relacionado con ellos.

Otra de las cosas que estarán pensando los lectores ahora mismo es "a mi nunca me han preguntado nada de esto". En efecto, a mi tampoco. Como indicaba con anterioridad las encuestas se realizan sobre una muestra determinada y extrapolando los resultados. Este es otro factor que hace determinadas encuestas más fiables que otras. Habría que analizar la densidad de población en determinados barrios, por ejemplo, ya que un barrio obrero es posible que se sienta más inclinado a votar a partidos de la izquierda, mientras que un barrio adinerado es más que posible que se incline por una opción de derechas.



Las encuestas además son una foto fija en un momento determinado. ¿Que significa esto? Básicamente que no es lo mismo preguntar a la gente tras una crisis en el partido, un escándalo de corrupción o alguna noticia relevante. Por poner un ejemplo, esta semana la noticia más relevante de carácter político ha sido el impago del rescate por parte de Grecia y su posible salida de la eurozona. Para mucha gente existe una asociación entre Syriza y Podemos, por tanto muchos de ellos, ante el miedo a una situación similar en España, ha cambiado su voto de Podemos a otra formación. En esta semana tampoco ha aparecido ningún caso de corrupción en el Partido Popular y eso le ha permitido recuperar votos, los mismos que ha perdido Ciudadanos.



Una de las grandes ironías actuales es en referencia a la valoración de los candidatos. Todos los candidatos suspenden, ninguno llega al cinco de valoración. Esto es normal, la gente está muy desencantada de la política. Sin embargo hay un dato que me resulta muy curioso. El Partido Popular es el partido con mayor intención de voto, mientras que Mariano Rajoy es el político peor valorado (con el permiso de Rosa Diez). Esto en definitiva quiere decir que el electorado fiel del Partido Popular votará a su partido se presente quien se presente, sabiendo que es la opción que mejor representa sus intereses.

Para finalizar decir que todas estás encuestas y barómetros tienen una utilidad velada, que no es otra que mover el voto de los indecisos y afectar en la intención de voto de los ciudadanos. Es habitual que la gente decida no votar a un partido porque considere que es "tirar su voto", ya que ese partido no tiene opciones reales de gobierno. De esa forma un votante clásico de Izquierda Unida podría decidir cambiar su voto a Podemos o el Partido Socialista intentando así tener un voto "útil".

Siempre se dice que la mejor y única encuesta que importa es la de las urnas. Es cierto, pero el resto nos permiten tomarle el pulso a la vida política y poder ir anticipando los posibles resultados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario